Las actividades que más aportaron a la baja fueron las ligadas al mercado interno, como el comercio, que se hundió 8,8% interanual, y la industria manufacturera, que cayó 6,6%.
El Indec informó ayer que la economía cayó 3,8% interanual en agosto y confirmó el duro impacto de la corrida post PASO, que en pocos días disparó 30% el valor del dólar. El recrudecimiento de la crisis financiera arrastró aún más abajo el nivel de consumo producto del deterioro del poder adquisitivo ante la escalada de la inflación y la tasa de interés récord impuesta por el Banco Central para intentar moderar la devaluación terminó de sepultar el crédito productivo.
Así, la medición sin estacionalidad arrojó una fuerte baja mensual del 1% y revirtió el rebote que había mostrado en julio en medio de la pax cambiaria y empujada por las medidas de campaña.
Con este dato, el estimador mensual de la actividad económica ( EMAE) del organismo estadístico promedió una caída del 3,2% interanual durante los primeros ocho meses del año, cuando aún restan conocerse los datos de los peores meses de la crisis. De esta forma, las consultoras privadas ya prevén que 2019 cierre con un derrumbe de entre 3% y 5%.
Por lo pronto, en agosto la economía retrocedió al nivel de diciembre de 2018 y se ubicó 7% por debajo del pico de noviembre de 2017. La caída fue generalizada: sólo cinco de los quince sectores relevados por el Indec dieron positivo. El agro encabezó las alzas con un 6,5% interanual. Un número que, tras la temporada alta de cosecha, implicó una fuerte desaceleración respecto del 20,1% registrado un mes atrás.
En la vereda opuesta, las actividades que más aportaron a la baja fueron las ligadas al mercado interno, como el comercio, que se hundió 8,8% interanual, y la industria manufacturera, que cayó 6,6%. Entre las dos, explicaron 2,3 puntos del retroceso del EMAE. Mientras que el mayor desplome fue el de la intermediación financiera (16,4%).
En septiembre los números serán peores
En septiembre, el deterioro de la economía se acentuó al recibir de lleno el impacto de la devaluación de agosto. La medición mensual que realiza la Fundación Germán Abdala, difundida ayer, registró una caída del 4,8% interanual (ver recuadro), luego de haber adelantado un 3,9% para agosto, muy cerca del dato oficial.
«Con el brote cambiario de esta última semana previa a las elecciones generales, difícilmente puedan moderarse los ánimos y revertir la tendencia a la baja que viene registrando la economía. No esperamos que la actividad encuentre un piso en lo que queda del año, por lo que la recesión se mantendrá durante el cuarto trimestre», proyectó Melisa Sala, economista principal de LCG.
En Ecolatina, coincidieron con el diagnóstico: «La economía tendrá sus peores meses hacia el final del año. La principal causa será una debilitada demanda interna. La aceleración de la inflación y el consecuente deterioro de los ingresos reales reducirá el consumo privado, dinámica que impactará negativamente en la actividad industrial». Por eso, proyectaron que el año cerrará con una baja del 2,7%.
Otras consultoras mostraron peores pronósticos: ACM espera que el PBI se contraiga 3,2% en 2019; y LCG, 3,4%. La FGA, en tanto, prevé que el derrumbe se acerque al 5%.
En cualquier caso, 2020 comenzará con un arrastre negativo tal que no podrá ser revertido. Por eso, las firmas esperan que Argentina encadene su tercer año consecutivo de retroceso. Lejos de la caída del 1,3% que augura el FMI, en LCG ya hablan de una del 3,8%.
