La cartera medioambiental realiza un relevamiento en diferentes zonas de picadas cortafuego estratégicas, así como de espacios para la implementación de nuevas trazas. A diferencia de las picadas perimetrales (exigidas por ley a propietarios de campos o loteos), éstas son desarrolladas íntegramente por el Gobierno provincial.
El Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción continúa con las tareas de relevamiento en toda la provincia. El objetivo es desarrollar herramientas útiles y eficaces que sirvan a la hora de hacerle frente al fuego.
En esta oportunidad, técnicos del Programa Biodiversidad iniciaron relevamientos de picadas cortafuego estratégicas en Áreas Naturales Protegidas (ANP) y en el centro-norte de la provincia (San Francisco, Quines, La Botija, entre otras). “Evaluamos las que ya están trazadas (se han construido un total de 127 kilómetros en la provincia), por si necesitan mantenimiento, y analizamos la posibilidad y necesidad de realizar nuevas picadas”, explicó el jefe de ANP, Darío Szklarek.
El funcionario marcó la diferencia entre las picadas perimetrales y las estratégicas: “Las primeras son exigidas por Ley a los propietarios de campos o loteos. El Gobierno participa asesorando y fiscalizando el cumplimiento de las exigencias legislativas. Mientras que las segundas son desarrolladas por el Estado, desde el diseño hasta su implementación”.
Sobre las características de las picadas estratégicas, precisó: “Son de unos 30 metros de ancho y permiten un fácil acceso a las zonas complicadas. En algunos casos, pasan por el medio del campo, ya sea porque es una zona serrana o porque la formación boscosa exige que pasen por ahí. Se denomina estratégica porque está enmarcada dentro del Plan Provincial de Picadas Cortafuego”.
Antes de las tareas de relevamiento, Szklarek aclaró que primero se realiza un monitoreo por imágenes satelitales y, luego, se corrobora si lo que se vio es correcto. “Finalmente, se acuerda con los propietarios -por medio de un convenio- para poder desarrollar las picadas en el lugar”.
Función de la picada cortafuego
“La picada tiene la función de servir de comunicación y agilizar los procesos de combate (llegar a zonas complicadas). Otro de los beneficios es que, al no tener vegetación, la intensidad del fuego baja y favorece el combate directo (con contrafuego, agua, etc.). No podemos garantizar que una picada evite el paso del fuego, pero sí que bajamos el riesgo”, aseguró Szklarek.
Finalmente, detalló: “Para realizar una picada debe limpiarse una zona -estratégica- que presenta vegetación, hasta dejar el suelo en condición mineral (sin restos de semillas ni vegetación). El fin es cortar la conectividad de las llamas, para que el fuego no siga avanzando”.
Foto: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.
