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Cómo votarán los productores en San Luis

La situación inédita que se da en la provincia, con la candidatura a gobernador de los tres dirigentes políticos que ya condujeron los destinos de San Luis durante las últimas décadas y que rememora más una pelea de egos antes que la competencia de diferentes ideologías políticas o miradas sobre cómo gestionar la primera magistratura, genera todo tipo de especulaciones en cuanto a cómo se comportará el electorado a la hora de decidir en las urnas.

Si se trata de analizar esos comportamientos, en la redacción de El Semiárido nos preguntamos qué puede ocurrir con el electorado distribuido por toda la geografía de San Luis que representa los intereses agropecuarios respecto de las candidaturas de Alberto y Adolfo Rodríguez Saá y de Claudio Poggi.

Si bien no tenemos una radiografía cabal sobre cuáles pueden ser las inclinaciones electorales, hay datos de la historia reciente que pueden ilustrar y predecir las conductas de determinados sectores del agro.

Ante todo, debemos aclarar que los intereses que tienen los productores no son monolíticos ni responden a las mismas necesidades. El capital y los ingresos por producción los estratifican como también se estratifica la sociedad urbana. Aunque todos tengan una dependencia de la tierra, algunos acceden a ganancias grandes, otros a medianas; otros, pequeñas y también están los que deben salir de sus predios para poder conformar un ingreso mensual que les permita vivir. Es decir, el abanico es amplio.

En esa amplitud, cada quien se va alineando con una organización social en la cual se sienta representado. Y a través de esas representaciones se van encolumnando hacia uno u otro candidato.

Los candidatos, por supuesto, elaboran sus tácticas para poder conquistar a ese electorado y construyen un discurso que van hilvanando y reproduciendo de acuerdo con las necesidades que observan enfrente de ellos o, simplemente, en un acto de sinceramiento (los menos), explican cuál es su proyecto para los próximos años.

Al contrario de lo que solía ocurrir en otros tiempos cuando los partidos o los candidatos presentaban sus propuestas, en esta oportunidad las hemos buceado por internet, pero no las pudimos encontrar. Entonces, nos referenciaremos en la historia escrita por los protagonistas.

En el caso del oficialismo de Alberto Rodríguez Saá, se puede decir que su relacionamiento con los productores que convergen en las sociedades rurales que están enroladas en Cartez no fue demasiado feliz. No le perdonan que haya votado la ley de distancias mínimas para la fumigación, estableciendo una cota de protección de 1.500 metros, sin ser consultados.

También se quejan de la seguridad en las zonas rurales. Aducen que se ha relajado muchísimo el trabajo que supieron tener en otro tiempo las patrullas rurales. Los robos en los campos parecen dar la razón. Otro de los temas que reclaman y no tuvieron respuesta es por el mal estado de los caminos secundarios.

A fines del año pasado el ministro Freixes los ha llamado a dialogar. Los productores concurrieron. También los llamó la ministra Spinuzza por el tema medio ambiente. También concurrieron. No obstante, cuando uno habla con ellos tomaron a estas convocatorias como «un payaneo» para estirar hasta las elecciones sin respuesta alguna a cualquiera de los pedidos de este sector.

En otro sentido, el gobierno cuenta con el acompañamiento de un sector de la producción y de la agricultura familiar, para quienes puso en marcha trece planes de asistencia. Aquéllos que están encolumnados detrás de la organización CANPO (corriente Agraria Nacional y Popular) y del Frente Productivo. Ambos han manifestado su simpatía con el actual gobernador.

Si se observa lo ocurrido con el candidato Claudio Poggi, que en la provincia representa los intereses de la Presidencia de la Nación, cuenta con la simpatía de los representantes de las sociedades rurales enroladas en Cartez. Esta cordialidad fue demostrada hace pocos días en la fiesta del Ternero realizada en la ciudad de Villa Mercedes.

En ese encuentro al que confluyeron las sociedades rurales de Villa Mercedes, Justo Daract, La Toma, Concarán, entre otras, tanto Poggi como Federico Trombotto que asistieron al acontecimiento se movieron como jugando de locales. A pesar de las críticas contra las retenciones reimplantadas por Macri, en la provincia los ruralistas les manifestaron todo su apoyo.

Este sector también cuenta con el apoyo de una parte importante de los productores de la agricultura familiar del departamento San Martín y parte de Ayacucho. En ambos, el coordinador de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, Federico Trombotto, está realizando un trabajo muy fino de apoyo a través de acciones de construcción huertas, invernaderos, provisión de semillas y acompañamiento para la producción, además de actividades de desparasitación de las majadas. Su candidatura a diputado provincial tiene que estar sustentada en soportes concretos como los mencionados.

No es para menos, en ese departamento residen varios pesos pesados, ahora divididos, como son los integrantes de la familia Mirábile.

También hay que llevar en cuenta que el propio Trombotto cuando era ministro de Industria fue quien le juntó la cabeza a todos los industriales de la provincia para armar el Instituto de Valor Agregado Agroindustrial (IVAA), un ente público no estatal con el que inventó el valor de referencia San Luis.

Mientras tanto, Adolfo Rodríguez Saá es quien ha quedado más alejado de los productores y de la gente en general, dada su actividad política en la Capital Federal como senador nacional. Conserva un gran cariño por parte de los productores cuando los visita en los diferentes parajes. Lo cual no quiere decir que se vaya a traducir en votos.

Cuando estuvo en Villa Mercedes reunido con los integrantes de Cartez escuchó varios pases de factura y muy poca adhesión a su candidatura. Fueron años de siembra en un sentido, que ahora es difícil para remontar.

No hay que dejar de lado a instituciones como el INTA, que tiene muchos técnicos distribuidos en la provincia entre las agencias de extensión y la Estación Experimental de Villa Mercedes. Se sabe de la influencia que tienen los ingenieros agrónomos y los veterinarios sobre muchos productores que depositan su confianza en aquéllos que les solucionan problemas productivos y de la vida cotidiana.

Los sucesivos gobiernos de San Luis se mantuvieron alejados de esta institución y de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, sólo por no concordar con las políticas de los gobiernos de turno. Le pusieron cerrojos a los programas que podrían haber permitido el ingreso de fondos del Estado nacional. En este sentido desde el edificio de Paseo Colón (Agroindustria) nos decían y nos dicen que éramos y somos «una provincia alambrada».

Así las cosas, en este pequeño recorrido se puede observar cuál es el posicionamiento de cada uno de los aspirantes a conducir los destinos de San Luis para los próximos cuatro años. Quizá los votos del agro no decidan una elección. Pero hay una información que los partidos políticos no deben soslayar: la provincia tiene muy pocos habitantes y muchos de ellos pertenecen a poblaciones rurales pequeñas, dato que tiene su peso a la hora de jugar la perinola del poder.

Producción: El Semiárido