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Carne vacuna: crecieron fuerte las exportaciones, pero caída de precios le pega al negocio

El negocio de la carne vacuna argentina, en el contexto de la profunda sequía que complica la actividad, presenta luces y sombras. Es que mientras crecen las exportaciones en volumen, alentadas por la fuerte demanda de China, también se evidencia una caída interanual en los precios internacionales de alrededor del 20%. Una situación que no permite el incremento en el ingreso de divisas del sector, en medio de las tensiones que presenta el mercado interno con precios que todavía están por debajo de la inflación general y una demanda deprimida.

Según los datos del INDEC, durante febrero último se exportó un total de 73.000 toneladas equivalente res con hueso, un volumen similar al registrado en enero, que también había resultado elevado para la época del año.

En este contexto desde el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan) explican: “Usualmente los dos primeros meses del año no son períodos de fuerte nivel de embarques para Argentina. Esto responde a la alta concentración de ventas con destino China, país que durante este tiempo no suele estar muy activo en el mercado producto del impase comercial que se genera durante las festividades del año nuevo lunar, las cuales suceden entre mediados de enero y principios de febrero de cada año. Sin embargo, este año China siguió comprando a un ritmo muy sostenido durante ambos meses».

Y detallan: «Los datos de salida desde Argentina muestran compras por unas 55.000 toneladas mensuales, un 22% más que lo registrado a igual fecha del año pasado. En este sentido, la irrupción de la Peste Porcina Africana (PPA) a mediados de 2018 aceleró en cierto modo el cambio de dieta que se venía gestando muy lentamente, a raíz de la necesidad de cubrir de manera inmediata el faltante de carne de cerdo con otras fuentes de proteína animal. Así la carne vacuna registró un importante crecimiento en su consumo per cápita, pasando de 5,5 a unos 7,5 kg/hab/año en el último lustro, con una preferencia cada vez más marcada a la incorporación de cortes de mayor calidad”.

Hasta aquí se entiende el porqué del incremento en las cantidades exportadas de carne vacuna, pero lo que preocupa en el sector es que la rentabilidad de las exportaciones sigue cayendo producto de los menores valores internacionales. En este contexto, el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC) destaca: “El precio promedio de exportación de carne bovina refrigerada y congelada resultó en el mes de febrero de 2023 de u$s4.102 por tonelada. Este valor resulta un 0,2% superior al obtenido en enero último; y un 28% más bajo que el precio medio de febrero de 2022, que había sido de u$s5.694 por tonelada. En los últimos meses, se observa una persistente tendencia a la baja de los precios en los principales destinos desde el mes de mayo del año pasado en adelante; y los u$s4.102 dólares promedio por tonelada obtenidos en el mes de febrero se ubican u$s2.200 por tonelada por debajo de los máximos registrados en el pasado mes de abril”.

A su vez, el análisis del Rosgan profundiza: “Las cifras de importación correspondientes al primer bimestre del año dadas a conocer por la Administración General de Aduanas de ese país arrojan unas 423.000 toneladas de carne vacuna, lo que representa un aumento del 37% respecto de lo importado un año atrás, afectado en aquel entonces por la ausencia de Brasil debido al anterior caso de vaca loca. Sin embargo, en valores, los u$s5.300 promedio registrados por tonelada importada el último mes marcan una caída del 18% interanual, y de más del 26% si lo comparamos con los u$s7.100 por tonelada registrados en julio pasado.

En tanto, el análisis del Mercado Ganadero de Rosario es que hacia adelante se abren dos escenarios. En lo inmediato, el reingreso de Brasil como principal proveedor de carne vacuna sumado a la sobreoferta de carne de cerdo doméstica a causa de la PPA, que mantendrían al mercado chino ampliamente abastecido, “generando condiciones poco favorables para una recuperación de los valores, escenario que, en el caso de Argentina, se torna aún más pesado ante la elevada oferta de vacas que sigue recibiendo la industria local a causa de la seca”.

Sin embargo, hacia el mediano plazo y dependiendo del alcance de estos nuevos brotes de la enfermedad, así como de la magnitud que alcance la liquidación porcina, el mercado chino podría llegar a sufrir nuevamente un bache de oferta de carne de cerdo, en especial cuando la demanda mejore en la segunda mitad del año.

“Aunque a priori no se percibe tan grave como en 2019 dadas las mejores condiciones de higiene y seguridad en las que se produce actualmente, analistas locales estiman que estos nuevos brotes de PPA podrían reducir la producción de cerdo en más de un 10%, lo que podría significar una pérdida de más de 5 millones de toneladas de carne porcina. Si esto sucede, el mercado se verá nuevamente obligado a suplir este faltante con mayores importaciones de carnes, entre ellas de carne vacuna con la consecuente apreciación de valores. Para nuestro país, la irrupción de la PPA en 2019 implicó un incremento de las compras chinas del 70% respecto de los volúmenes que venía comprando hasta 2018 y un incremento de los precios de más del 20% en el promedio anual, alcanzando hacia fines de aquel año valores máximos de u$s5.500 por tonelada, como promedio mensual. Actualmente, los valores medios de lo todo lo embarcado a este destino se ubican un 40% por debajo de aquellas marcas”, cierran desde el Mercado Ganadero de Rosario.

Ámbito Financiero – Yanina Otero