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Buenos pronósticos para la cosecha de arándanos que se viene

Los arandaneros se preparan para recibir una nueva temporada de cosecha con buenos pronósticos. Alejandro Pannunzio, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos (APAMA), afirmó que desde el sector prevén un año de “buenos volúmenes y calidades”.

 

Como está asociado a un producto premium el consumo de arándanos en Argentina es muy escaso, por eso el negocio del sector está en los envíos hacia el exterior. Desde hace más de 20 años se destina el 95% de la producción de arándano fresco a la exportación. Estados Unidos es el principal importador de arándanos argentinos: seis de cada diez kilos de fruta producidos en territorio nacional tienen como destino al país norteamericano. El resto se divide en países de Europa como Holanda (7,61%), Reino Unido (13,03%) y Alemania (5,44%), entre otros.

Con la intención de seguir diversificando sus destinos, productores y empresarios frutícolas trabajaron junto al gobierno nacional para lograr la apertura del mercado chino, hecho que finalmente se confirmó en el mes de noviembre de 2018 luego de que fueran aprobados los estrictos controles fitosanitarios impuestos por el país asiático. La noticia fue relativamente celebrada en la actividad, ya que en principio el arancel para enviar la mercadería era del 30%, lo que dificultaba sobremanera la exportación. Meses después este arancel se redujo a la mitad pero, así y todo, siguió siendo un escenario dificultoso para la producción nacional que compite frente a países como Chile y Perú, que no pagan ningún impuesto por exportación.

“La apuesta de ir al mercado chino sigue siendo muy difícil. El 15% de aranceles para ingresar, más las retenciones, la baja de reintegros, el impuesto a los ingresos brutos y el costo de llegar hasta allí lo hacen complicado. No va ser fácil llegar de manera competitiva”. Y agregó: “Hemos diversificado mucho la oferta en los últimos años. El círculo virtuoso sería tener un 30% de los envíos hacia Estados Unidos y Canadá, un 30% hacia Europa y un 30% hacia Oriente. Es algo muy difícil pero vamos a tratar de lograrlo”, dijo al respecto Pannunzio.

Esta voluntad por desconcentrar la exportación tiene como objetivo direccionar la oferta hacia países que prioricen la calidad de los productos argentinos. Pero esto no es fácil, ya que los mercados internacionales son cada vez más competitivos, incluso en aquellos países que se destacan por la producción de grandes volúmenes, como Perú.

“Es difícil pensar en nichos de mercado. Quizás de lo que se puede hablar es de una calidad diferencial de la fruta. Pero tampoco podemos pensar que eso nos da tantas ventajas. Todas las empresas, todos los agricultores tratan de tener el mejor sabor, el mejor tamaño y calidad, por lo cual esa segmentación tampoco es tan sencilla”, expresó el dirigente frutícola.

En lo que respecta al consumo interno, Pannuzio consideró que la actividad muestra un leve pero sostenido crecimiento que permite a los productores “completar una parte de la comercialización en el mercado interno”. En ese contexto, remarcó la tarea realizada por la campaña Mejor con arándanos que buscó instalar al fruto como una alternativa de consumo masivo en el paladar argentino.

Fuente: Revista InterNos