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Asoma una caída para la siembra del maíz

Las ventas de insumos están paralizadas. Mayores costos de insumos, fletes, incertidumbre climática y económica son las razones para sembrar menos que el año pasado. Informe semanal de la Bolsa de comercio de Rosario. La tormenta que amenaza a las decisiones de siembra del maíz 2020/21 en zona núcleo:

A menos de 3 meses para la siembra, la incertidumbre en maíz va en aumento y se refleja en las encuestas sobre las intenciones de siembra. Los productores están expectantes del contexto y no se han realizado nuevas reservas de semillas o averiguado por insumos en la semana.

«La compra de insumos se frenó después de las decisiones que se tomaron respecto al dólar», explican desde Carlos Pellegrini, dónde hasta hace dos meses atrás esperaban mantener o subir el área.

En Cañada de Gómez, hablan de «abrupta caída del maíz», esperan «una baja del 25%». En el centro y sur de Santa Fe se encuentran decisiones de sembrar lo mismo o hasta un 10% más, pero son las menos y no alcanzan para inclinar la balanza favorablemente.

En el noreste bonaerense comentan que no hay entusiasmo y anticipan una baja más moderada, pero el doble cultivo le hace sombra y puede quitarle hectáreas al maíz. Hacia el noroeste bonaerense, como en Lincoln, explican: «aquí influye mucho el costo del flete en los márgenes» y estiman una baja de un 10%. A pocos kilómetros en General Pinto hablan de bajas de hasta un 30% y explican que hubo una suba de entre un 15 y un 20% en el precio de los fertilizantes.

En Córdoba quieren mantener al cultivo en las rotaciones sembrando la misma cantidad de hectáreas que el año pasado, pero también manifiestan el nivel de alta incertidumbre. Advierten que puede caer el área de los maíces tardíos y de segunda. Aunque algunos manifiestan que es una incógnita el nivel de tecnología que se va a aplicar, los que están decididos cubrirán los requerimientos totales del cultivo.

El maíz fue el cultivo que más respondió a la tecnología en los últimos 10 años en la región núcleo

Para llegar a esa conclusión se comparó el primer quinquenio, las campañas 2010/11 al 2014/15, con el segundo quinquenio, 2015/2016 hasta la presente 2019/20. Se utilizó el rinde promedio para dejar a un lado la variación climática estándar aunque no es posible separar las diferencias por las anomalías que hubo.

La comparación muestra que el salto de rendimiento de maíz de un quinquenio a otro fue de casi un 20% mientras que la soja marco un crecimiento de sólo un 10%. Si bien la formación del rendimiento depende de múltiples variables, la inversión tecnológica fue un factor clave para potenciar los rendimientos del maíz y aumentar la producción.

Otros datos que surgen de la comparación entre los dos quinquenios en la última década:

— El promedio de la producción triguera 2016-2020 duplicó el promedio de la producción 2011-2015; creció en un 103%

— En el segundo quinquenio de la década la producción de maíz creció un 48% en comparación con el primero.

—El volumen promedio de soja en la segunda mitad de la década creció un 15% respecto del promedio de los primeros 5 años.

La siembra de trigo atascada en el 80% en zona núcleo por la falta de agua

Las sembradoras apenas avanzaron 5 puntos esta semana en la región. Las esperanzas de completar las 360.000 ha que faltan estaban puestas en las lluvias de la semana pasada, pero las mismas solo alcanzaron el este de la región.

Si bien en el centro sur de Santa Fe quedan unos pocos lotes para finalizar, la siembra está paralizada desde hace una semana por la falta de humedad. En El Trébol y Cañada de Gómez no habrá más chances para el trigo por las dificultades para conseguir semillas de ciclos más cortos y los mayores costos que implica el cambio. En Bigand se estima que un 20% del área quedará sin cereal.

En el sudeste cordobés disminuyen las expectativas de completar el 10% que resta con cada semana que pasa sin llover. Las lluvias se esperarán una semana más. El noreste bonaerense avanzó con la siembra 5 puntos esta semana. Las variedades de ciclo más corto tendrán tiempo para ser sembradas hasta el 20 de julio.

El mayor progreso se produjo en el noreste bonaerense gracias a las últimas lluvias, avanzando 25 puntos, y se lleva implantado un 75% de la superficie de intención. Allí todavía quedan esperanzas para continuar con la implantación. Una superficie de 150.000 ha depende de las lluvias para que se pueda sembrar trigo; caso contrario, pasarán a soja de primera.